NUESTRA TIERRA
Nuestra soberanía nacional aún soporta la afrenta de un enclave imperialista en su territorio.
El Imperio Británico militarizó el Atlántico Sur construyendo en nuestras Malvinas una enorme fortaleza que se enlaza con los intereses geopolíticos de la OTAN y los EE.UU.
Malvinas es para los británicos un nodo neurálgico de su control geopolítico de los océanos con un rosario de islas ocupadas colonialmente, que en el caso del Atlántico Sur se proyectan y culminan con su reclamo territorial en el sector antártico.
El Reino Unido, con su fuerte presencia militarizada en la región del Atlántico Sur, legitimada, lamentablemente, a partir de la Guerra de Malvinas de 1982, con su proyección antártica planteada desde principios del siglo XX y sostenida en el tiempo, hará todo lo necesario para mantener el statu quo, su preponderancia geopolítica que fortifica su alianza con EE.UU. para el logro de sus fines.
Los colonialistas ingleses depredan nuestra riqueza pesquera, y así financian su presencia militar.
La corona británica concede permisos de pesca para que corporaciones transnacionales pesquen ilegalmente en nuestro mar.
La exploración y explotación de la riqueza petrolera y pesquera de nuestras islas y nuestros mares demuestran que esta cuestión no es meramente abstracta. No se trata de un planteo chauvinista sino de la preocupación soberana de defensa de lo que es nuestro.
Mientras Inglaterra no reconozca la soberanía argentina sobre las islas del Atlántico Sur es una vergüenza que opere en nuestro suelo cualquier empresa de ese origen, como tampoco debiera estar en manos de ciudadanos ingleses ni un metro de nuestra tierra.
No hay integridad territorial si grandes extensiones de tierra están en manos extranjeras. Esto es así en grandes propiedades latifundiarias desde la Patagonia hasta el acuífero guaraní en el noreste de nuestro país.
Ejercer nuestra soberanía es reclamar lo que nos pertenece por derecho propio: la integridad de nuestro territorio continental americano, nuestro territorio insular y nuestro territorio continental antártico.