CUIDAR LA CASA COMÚN

Vivimos en un mundo que no tiene repuesto, el capitalismo voraz en su dominio de la naturaleza se desentiende de las consecuencias que genera. El calentamiento global es un indicador acuciante de la destrucción del planeta que habitamos. 

Debemos transformar la consciencia de la relación con la tierra y su ecosistema, del mismo modo que con nuestros semejantes. Sin caer en la trampa de los ecologismos conservadores, manipulables por los poderes fácticos.

Necesitamos un cambio de paradigma que implique una nueva forma de entender al hombre y su relación con todo lo vivo. De nada sirve recuperar los Recursos Naturales si vamos a copiar el modelo de desarrollo contaminante y consumista que ha llevado a la crisis a las grandes potencias del mundo. Debemos pensar en otros modelos de desarrollo que no estén basados en el consumismo desmedido, modelos productivos que mantengan un equilibrio armonioso con la vida.