ESTADO PRESENTE
La economía nunca ha sido libre: o la controla el estado en beneficio del pueblo, o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de éste.
Es indispensable recuperar el papel estratégico del Estado en la economía, en la planificación, en el control y la intervención directa sobre los recursos y resortes determinantes, en la injerencia en la defensa de los intereses de los humildes.
No existe el Estado ausente, ni neutro. Si no es transformado en su estructura y puesto como instrumento de los Pueblos para avanzar en el camino de su liberación, el Estado se configura como garantía del libre desenvolvimiento del capital.
La experiencia nos impone la planificación estratégica de la economía desde una perspectiva nacional. No es posible construir un modelo de desarrollo endógeno, basado en la solidaridad y el consumo de las mayorías contando con la “colaboración” de los Grupos Económicos Transnacionales. Estas grandes concentraciones de capital condicionan la estructura económica nacional en función de sus intereses transnacionalizados.
No alcanza la estatización para garantizar un proceso transformador, por eso sostenemos la necesidad de una economía estructurada por el Estado, nacionalizada en sus intereses y sobre todo puesta al servicio dela persona humana y su casa común.