MENOS IMPUESTOS Y MÁS CONTROL A LOS FUGADORES

Una mención especial merece el injusto y regresivo sistema impositivo impuesto por el neoliberalismo. Los que menos tienen son los que más pagan (en relación a sus ingresos) sobre todo a través de ese gran impuesto al consumo que es el IVA. Establecer mecanismos para acabar con la evasión impositiva de los grandes e ir bajando paulatinamente el impacto de los impuestos al consumo en la canasta familiar para nuestras familias (sin que la lisa y llana eliminación del IVA sea absorbida por los comerciantes y formadores de precios mediante el recurso de la inflación) es uno de los grandes desafíos para una economía puesta al servicio de las mayorías.

Consideramos que debe eliminarse el impuesto a las ganancias, sancionarse fuertemente el pago de dividendos encubierto a través de supuestos salarios para los CEOS, aumentándose los cánones para los artículos de lujo (autos importados, yates, etc.) y haciendo que no sea excepcional y por única vez el impuesto a las grandes fortunas. Asimismo, debemos perseguir la fuga de divisas, estableciendo expresamente como delito la existencia de cuentas off-shore, invirtiendo la prueba para establecer que se utilizan para cuestiones productivas. 

Se deben incrementar también las sanciones para las personas físicas o privadas que faciliten mecanismos de fuga de dinero.

El Estado no sólo debe aumentar progresivamente los impuestos en función de la riqueza de los contribuyentes, sino también implementar las medidas necesarias para perseguir a los mayores evasores que casi siempre coinciden con las mayores fortunas.